sábado, 7 de junio de 2008

"Tranvía corazón descabellado rueda" en el Cabo de la Vela






Imágenes de la Obra "Tranvía corazón descabellado rueda" en el Cabo de la Vela

IV Encuentro internacional pluriétnico y multicultural "Las Antillas y el Caribe en escena"






El Colectivo Corpus- Teatro presentó su obra "Tranvía corazón descabellado rueda" en el IV Encuentro Internacional Pluriétnico y Multicultural "Las Antillas y el Caribe en escena"- Teatrízate 2007, del 30 de marzo al 7 de abril de 2007. Esta actividad fue organizada por la Corporación Cultural Jayeechi que investiga y hace teatro en La Guajira Colombiana desde hace 14 años.

En la marco de esta actividad, el Colectivo participó en dos presentaciones; la primera, a orillas del mar, en el Cabo de la Vela, y la segunda en Riohacha, capital de la Guajira Colombiana.

Tranvía corazón descabellado rueda en el XXIII Festival de Teatro de Occidente






El Colectivo Corpus- Teatro estuvo presente con su obra "Tranvía corazón descabellado rueda" en el XXIII Festival de Teatro de Occidente que tuvo lugar en el Estado Portuguesa- Venezuela. El sábado 25 de noviembre de 2006 el Colectivo Corpus- Teatro clausuró el Festival en la ciudad de Acarigua.

Dentro del Festival de Teatro de Occidente el Colectivo compartió con la agrupación Yuyachkani de Perú, además de tener el placer de disfrutar la obra "Hecho en el Perú" y de conversar, intercambiar, trocar, con ellos.

Fotos: Obra "Hecho en el Perú", Intercambio con Augusto Casafranca y el Colectivo Corpus- Teatro, pendón de la programación.

Conversación con Nicanor Cifuentes Gómez


IV Encuentro de Actores en Homenaje al TEC


“…lo primero no es estrenar ni montar
sino un autoreconocimiento para que haya revelación
y no representación…”
N. C.

El poeta, dramaturgo e incesante promotor cultural Nicanor Cifuentes, conversó con nosotros para narrar desde adentro el cuerpo y espíritu que anima el IV Encuentro de Actores en homenaje al Teatro Experimental de Cali (TEC) “Enrique Buenaventura”, a realizarse del 26 de octubre al 03 de diciembre en varios espacios, entre ellos Maczul, Danzaluz y el teatro de títeres Chímpete Chámpata.


Pozos para mitigar la sed


“Yo me invento fundar la Cátedra Libre del Teatro Latinoamericano y del Caribe en la Dirección de Cultura de LUZ, para empezar a hacer allí pozos donde mitigar la sed. El pozo es la cátedra libre porque era la posibilidad de desarrollar el proyecto escénico teatral. Desde esa canoa empiezo yo a pesquisar hacia dentro y entonces fueron apareciendo unos hatos. El primero, un laboratorio de investigación, de experimentación y de creación teatral, el “Taller del Actor”. Este primer hato coincide con la llegada a Maracaibo de la poeta y la teatrista Elaine Centeno Álvarez. Así empezó y se hizo “Bollanchain”, con Lolymar Suárez Ayala, se hizo lo de Cortázar, “Final de Juego”, y luego se ha hecho el tercer trabajo que es “Tranvía Corazón Descabellado Rueda”. Pero hacía falta una comunidad de hatos, hacía falta vecindades. Entonces apareció otro hato, Ediciones Yanama. Fundé una revista, y entonces la revista era para ir registrando el material de una gente con quien tenemos el parentesco de tener una poética, una metódica, una manera de hacer trenzamiento de ese proceso donde lo primero no es estrenar ni montar sino un autoreconocimiento para que haya revelación y no representación, para conformar un colectivo que en lo fundamental encandile de adentro hacia fuera. Ediciones Yanama está en el cuarto título con el Teatro Experimental de Cali, con sus materiales teóricos, sus experiencias de trabajo teorizadas, sistematizadas. Luego apareció otro hato, Jornadas Actor Cuerpo y Espíritu. Allí dije yo: «en ese hato vamos a empezar a diseñar una manera de estudiar la expresión multiétnica escénica del Zulia». Ahora está naciendo el hato colectivo “Armando Reverón” para eventos escénicos de pequeño formato e incidir en realidades incontenibles, como por ejemplo en la gravedad del deterioro ambiental. Y hay un hato que es para conversar con todos los lenguajes creadores, el pintor, el cuentacuento, el artesano, el rastreador de chipichipis, es decir, todo lo que sea trabajo que requiera de una técnica, que requiera de un tiempo -para que aparezca el chipichipi ya preparado o el poema ya hecho-; son los coloquios. Tienen un nombre muy tieso, muy fuerte, «Estrategias para la simbolización y producción de sentido en la praxis artística regional». Consisten en invitar a gente para que cuente según el tiempo que quiera, si es en tres días, debajo de una enramada o en una tarde con video-beam, sin video-beam, con rayas en el sueño, con carbón, con cal, con señales de humo, como fuera, cómo él se ha inventado una lógica otra con la que comparte un proyecto. Un proyecto por supuesto, que contribuya a hacer el hombre más hombre y hacer el hombre más amoroso y hacer el hombre más solidario y hacer el hombre más alegre y hacer el hombre más visionador de lo que le precede, de tal manera que la cátedra libre, esa canoa, tiene adentro estos cuerpos de trabajo, estos ánimos de hacer.”

Encuentro con los parientes

“De pronto pensamos que era importante invitar a otras personas y es cuando encontramos el trabajo de Eduardo Gil con el TET (Taller de Experimentación Teatral), cuando nos tropezamos con el grupo La Bacante, con el teatro Altof, en Caracas. Entonces vemos que tenemos unos parientes en el país con los que podemos compartir experiencias y así empieza a nacer la idea de que hagamos encuentros en los que durante quince días, una semana, haya intercambios de saberes y conocimientos, «cómo lo hacéis vos, cómo lo hago yo», claro, todo bajo una estructura de taller, lo que implica un compartir experiencias que siempre dan emanaciones para hacer una reflexión teórica hacia el discurso de montaje, hacia un trabajo. No para hacer libros solamente, nos interesa cómo cualificar, cómo darle plenitud al entrenamiento o a sus diversas modalidades para un mayor rigor en la expresión. De eso se trata, el encuentro es para eso, un evento gozoso, donde lo central es compartir entrenamientos, compartir resultados.”

Enrique Buenaventura


“El cuarto encuentro de actores es en homenaje al Teatro Experimental de Cali fundado en la década del 50. Hay que recordar que en los sesenta y los setenta en América Latina se vive un momento político continental liberador acompañado de toda una vanguardia artística, poética en general. Entonces había un movimiento teatral independiente universitario vinculado estrechamente a los combates populares. Augusto Boal en esa época plantea cómo hacer los panfletos, es el mismo que hace la poética del Teatro del Oprimido. En Colombia hay un movimiento independiente muy fuerte, en Argentina ni se diga. Empiezan a aparecer estos colectivos que inician su práctica utópica escénica practicando el socialismo antes que en la realidad se dé. El actor participa en todo el proceso de diseño, en ese sentido el TEC es importante porque cincuenta años después recibimos de él una dramaturgia en la que Enrique Buenaventura, dramaturgo del TEC escribe, pero, no solo en su cuarto, escribe con los actores, y así el grupo empezó a armar una poética de tal manera que toda la dramaturgia colombiana se impregna de ese movimiento que ahí se denominó Nuevo Teatro, el Nuevo Teatro en América Latina y uno de sus gurús fue Enrique. Ahora le estamos haciendo este homenaje al Teatro Experimental de Cali porque fue un grupo que hizo, ha hecho y sigue haciendo una investigación centrada en el arte del actor y le ofrece una herramienta esencial que es la improvisación.”

De fiesta los artistas del mundo

“Nosotros con esta jornada en homenaje al Teatro Experimental de Cali que ahora se llama Enrique Buenaventura (ese niño murió hace dos años y vive en los actores que aún conforman ese grupo, ya es como la tercera generación de actores que ahí todavía inventan), y como hay una fiesta mundial y en cualquier parte del mundo están haciendo algo, un seminario, una muestra de dibujos de Enrique, una relectura de esa poética, o están asistiendo al Teatro Experimental de Cali donde hay una programación durante todo el 2005, lo que hicimos, modestamente, desde nuestra universidad del Zulia y desde nuestras otras universidades donde también vivimos, como nuestra Universidad Bolivariana, es integrarnos a esta celebración, no internacional, sino de los artistas del mundo. Nosotros tenemos memoria de ese grupo, el TEC, porque estuvo aquí. Enrique (cuando digo Enrique no hago elogio de persona, hablo del que desaparece en la obra) vivió para eso, para pesquisar las teatralidades de América Latina.”


José Javier León

Teatro en el filo del abismo







Conversación con Elaine Centeno

La dramaturga y directora cubana, nos habla de su experiencia teatral y de su nueva propuesta, Tranvía corazón descabellado rueda, que será estrenada el 28 de octubre en el Auditorio de Danzaluz, a las 7:00 pm.

Santiago ensangrentada


Yo nací en Santiago de Cuba, pero yo no conozco la ciudad como conozco la ciudad de la Habana donde crecí y donde finalmente me formé y estudié, y donde se conformó todo lo que es ahora mi vitalidad, mi realidad. Pero hay una forma en la que yo recupero de manera profunda y visceral la ciudad, mi ciudad natal, y es en el año 1994 cuando mi madre muere. Cuando tengo que recorrer las calles de Santiago de Cuba, de madrugada, atravesada por la noticia de la muerte de mi madre, la ciudad finalmente se me revela como esa ciudad que yo conocí en los libros de historia donde se cuenta la gesta de Fidel Castro cuando en el 53 asalta el Cuartel Moncada. Lo que más me emocionaba de esas lecturas era la descripción de las calles de la ciudad, calles empinadas, -es la única ciudad cubana que tiene montañas-, de manera que cuesta andar en ellas, las aceras son estrechas y las casas están ahí, casi en la calle. Entonces me contaba el libro de historia el azar de los jóvenes revolucionarios perseguidos por la dictadura de Batista, tratando de esconderse detrás de las portezuelas, para no ser alcanzados por la policía. Y esa ciudad, por supuesto, ensangrentada, enlutada, en ese momento se hace pariente mía porque mi madre ha muerto, y yo recorro esas calles bajo esa impronta, bajo esa memoria. A partir de entonces mis viajes a Santiago se concentran en hacer ese recorrido; como decía Lezama, “imantada por esos recovecos”.


El teatro era una fiesta


Lo que me decide a estudiar teatro posiblemente, son los carnavales, las fiestas, y más que el colorido, más que la vistosidad, más que el sonido de las fiestas, esa cosa aguerrida, violenta, no el jolgorio ni lo armónico, sino la otra cara, la de los cuerpos traducida en los sudores, en la gestualidad pronunciada, en los sonidos de la gente pidiendo cerveza, pidiendo otra canción; yo entonces me agotaba. Mi tío Efraín que es el tío actor, el tío titiritero, una noche me dijo que no iba a poder resistir, porque eran fiestas que duraban hasta el amanecer, pero una noche, finalmente, pude experimentarlo con él. Por eso cuando asumo el hecho teatral el teatro era como una fiesta.

La comprensión de lo humano


Con Raquel Carrió en el seminario de dramaturgia hay una posibilidad, inventar el teatro no desde la escritura solamente sino desde la dramaturgia que se hace sobre la escena; eso se llamó en Colombia experiencia de creación colectiva. En Cuba hay una experiencia importante en el Teatro Escambray, pero ya a finales de los 80 en América Latina hay experiencias de grupo. El teatro, pues, no era solamente usado como un experimento que después se ponía al público sino que era un grupo humano que se nucleaba alrededor de un propósito también humano, que tenía como resultado una experiencia poética, o sea, imágenes elaboradas en la práctica de ejercer la comprensión de lo humano.

No me quiero ocupar de lo masivo


Grotowski dijo: ya yo no me quiero ocupar de lo masivo, yo quiero empezar a ver qué pasa si el teatro es un vehículo de comunicación con el otro, pero no con el otro en la madeja de lo multitudinario, sino con ese otro que yo puedo mirar apenas en la penumbra, casi apelarle con mi gesto.
Grotowski es el primero que se ocupa, después de la segunda guerra mundial, de otorgarle al actor una independencia del director, del texto dramático y de la utilización técnica en el teatro: las luces, el vestuario, el maquillaje, la música, la escenografía. Le dice al actor, tú puedes escarbar, escudriñar en tu memoria y de tu memoria construir el texto escénico; pero para eso había que dotar al actor de un entrenamiento, de una ejercitación que le permitiera hacer el escarbamiento, hacer la selección de los contenidos y convertirlos en imagen.


Una experiencia al margen


Yo siempre tendría que hablar de Lolymar Suárez y Venus Ledezma. Diez años atrás fueron las primeras que se atrevieron conmigo a hacer estas cosas, y en ese trabajo había una tremendísima y profunda soledad. Yo recuerdo que teníamos mucho miedo.
El primer riesgo que corrimos fue el de la comprensión, un riesgo que ya no me importa tanto correr. Después que has encontrado las claves y te das cuenta que es una verdad que se puede gozar ya no sientes tanto miedo a la comprensión, sabíamos que a lo mejor no todos, pero algunos momentos del trabajo podían servir para el otro, y eso nos animaba. El segundo fue “Final del Juego”. Yo creo que el momento culminante de esa experiencia fue cuando Venus me dijo, casi hincada de rodillas, y con una furia por comprender lo que le pasaba: “cómo doy paso a lo que soy”… Yo no tengo respuesta a eso, lo único que intuyo es que “obrando se obra”. Recuerdo que en ese segundo momento Venus me dijo: “ya sé que para dar paso a lo que soy tengo que estar en mí”.
El tercer riesgo que hemos corrido es uno buenísimo, el que se nos responsabilice de que lo que hacemos no es teatro. Pero eso está bien, está perfecto, porque además nosotros siempre lo hemos dicho y si hay que ponerle alguna denominación, bueno, sí, es teatro, pero eso no nos preocupa mucho. Está bien que no sea teatro ni danza o sea las dos cosas. El único riesgo que realmente me importa es que no podamos tener más la posibilidad de hablar en la ciudad de esto y de no seguir haciendo experiencias como éstas, al margen.


Cuatro mujeres vueltas hacia dentro


En algunos lugares del mundo se festeja con absoluto desinterés hacer teatro y en otros cuesta la vida. Te hablo de la gente que hace teatro en América Latina, en el Caribe, en África. Aquí hay mucha gente haciendo cosas al filo del abismo. Tranvía corazón descabellado rueda, es el resultado de un trabajo de cuatro años de ardua investigación y entrenamiento, que deja al descubierto algunas claves: pone al actor en el centro de la actividad teatral, el actor es el autor de la historia propia, y, fundamentalmente, el ser humano está antes que el actor.
Al principio el grupo era numeroso, pero en este trabajo hay gente que no va resistiendo, no el esfuerzo físico, sino el humano. Y estas cuatro mujeres, Adriana, Sacha, Patricia y Beatriz, que me parecen de un valor sostenido, han quedado vueltas hacia adentro, al revés muchas veces y lo que me parece más hermoso, entresacando de ahí todo lo que se puede entregar al otro. Me interesa resaltar de este tipo de trabajo que a pesar de que en la primera etapa se trabaja con una fuerte conciencia de individuación, porque el individuo tiene que buscar en sí las claves que le van a servir para el viaje, lo que más me conmueve es que parece que nadie hace contacto con el otro, y, después, aprenden a trabajar colectivamente. Se empieza a trenzar lo colectivo y tú empiezas a escuchar que hay alguien a tu lado a la que le está pasando una cosa bastante parecida a la tuya, entonces se empieza a trenzar esa polifonía del sonido que remite al otro sonido, y ese gesto personal que remite al otro gesto; de pronto es un gesto colectivo del cual nadie sabe el origen y que ahora pertenece a todos.

José Javier León

"Tranvía corazón descabellado rueda"






"Tranvía corazón descabellado rueda" se estrenó en la ciudad de Maracaibo- Estado Zulia el 28 de octubre de 2005, en el antiguo aeropuerto de la ciudad, ahora sede del grupo de danza de La Universidad del Zulia, Danzaluz.

Sinopsis de la Obra
  • La aparición de un ser iniciado en el movimiento de lo invisible, traerá consigo otras apariciones, que venidas por diferentes caminos se encontrarán en un espacio originario y desconocido.
  • Lo invisible sostendrá esa cualidad de misterio y de escondrijo, solo manifiesta en forma de pre-sentimientos por las otras presencias. Durante el vínculo tejido entre lo invisible y lo visible nacerá el juego por descubrir aquello que se esconde y que se escurre en el fondo insondable del espacio- tiempo en el que se realiza y transcurre la vida misma.



Estreno de "Tranvía corazón descabellado rueda"






COLECTIVO-CORPUS TEATRO

Obra: TRANVIA CORAZON DESCABELLADO RUEDA

Creación Colectiva

Ficha Técnica:

Intérpretes: Adriana Prieto Quintero es Isabelita.

Beatriz Martínez Camacho es Anele Zib.

Patricia Jiménez Luengo es Alcalina Talula.

Sacha López Pineda es Zharías.

Música: Luis Julio Toro.

La Lupe.

Elis Regina.

Benny Moré.

Pink Floyd.

Grabación y edición: Oscar “Wicho” Quintero.

Diseño de iluminación: Elaine Centeno Álvarez.

Diseño de vestuario: Adriana Prieto Quintero.

Beatriz Martínez Camacho.

Patricia Jiménez Luengo.

Sacha López Pineda.

Realización del vestuario: Maritza Cepeda.

Diseño y confección de Accesorios: Violeta Pineda.

Producción: Adriana Prieto Quintero.

Nicanor Cifuentes Gómez.

Realización de Material Audiovisual: Colectivo Audiovisual Cayapa.

Fotografías: Pancho Villasmil.

Bárbara Muñoz.

Lucía Borjas.

Dirección artística: Elaine Centeno Álvarez.