sábado, 7 de junio de 2008

Conversación con Nicanor Cifuentes Gómez


IV Encuentro de Actores en Homenaje al TEC


“…lo primero no es estrenar ni montar
sino un autoreconocimiento para que haya revelación
y no representación…”
N. C.

El poeta, dramaturgo e incesante promotor cultural Nicanor Cifuentes, conversó con nosotros para narrar desde adentro el cuerpo y espíritu que anima el IV Encuentro de Actores en homenaje al Teatro Experimental de Cali (TEC) “Enrique Buenaventura”, a realizarse del 26 de octubre al 03 de diciembre en varios espacios, entre ellos Maczul, Danzaluz y el teatro de títeres Chímpete Chámpata.


Pozos para mitigar la sed


“Yo me invento fundar la Cátedra Libre del Teatro Latinoamericano y del Caribe en la Dirección de Cultura de LUZ, para empezar a hacer allí pozos donde mitigar la sed. El pozo es la cátedra libre porque era la posibilidad de desarrollar el proyecto escénico teatral. Desde esa canoa empiezo yo a pesquisar hacia dentro y entonces fueron apareciendo unos hatos. El primero, un laboratorio de investigación, de experimentación y de creación teatral, el “Taller del Actor”. Este primer hato coincide con la llegada a Maracaibo de la poeta y la teatrista Elaine Centeno Álvarez. Así empezó y se hizo “Bollanchain”, con Lolymar Suárez Ayala, se hizo lo de Cortázar, “Final de Juego”, y luego se ha hecho el tercer trabajo que es “Tranvía Corazón Descabellado Rueda”. Pero hacía falta una comunidad de hatos, hacía falta vecindades. Entonces apareció otro hato, Ediciones Yanama. Fundé una revista, y entonces la revista era para ir registrando el material de una gente con quien tenemos el parentesco de tener una poética, una metódica, una manera de hacer trenzamiento de ese proceso donde lo primero no es estrenar ni montar sino un autoreconocimiento para que haya revelación y no representación, para conformar un colectivo que en lo fundamental encandile de adentro hacia fuera. Ediciones Yanama está en el cuarto título con el Teatro Experimental de Cali, con sus materiales teóricos, sus experiencias de trabajo teorizadas, sistematizadas. Luego apareció otro hato, Jornadas Actor Cuerpo y Espíritu. Allí dije yo: «en ese hato vamos a empezar a diseñar una manera de estudiar la expresión multiétnica escénica del Zulia». Ahora está naciendo el hato colectivo “Armando Reverón” para eventos escénicos de pequeño formato e incidir en realidades incontenibles, como por ejemplo en la gravedad del deterioro ambiental. Y hay un hato que es para conversar con todos los lenguajes creadores, el pintor, el cuentacuento, el artesano, el rastreador de chipichipis, es decir, todo lo que sea trabajo que requiera de una técnica, que requiera de un tiempo -para que aparezca el chipichipi ya preparado o el poema ya hecho-; son los coloquios. Tienen un nombre muy tieso, muy fuerte, «Estrategias para la simbolización y producción de sentido en la praxis artística regional». Consisten en invitar a gente para que cuente según el tiempo que quiera, si es en tres días, debajo de una enramada o en una tarde con video-beam, sin video-beam, con rayas en el sueño, con carbón, con cal, con señales de humo, como fuera, cómo él se ha inventado una lógica otra con la que comparte un proyecto. Un proyecto por supuesto, que contribuya a hacer el hombre más hombre y hacer el hombre más amoroso y hacer el hombre más solidario y hacer el hombre más alegre y hacer el hombre más visionador de lo que le precede, de tal manera que la cátedra libre, esa canoa, tiene adentro estos cuerpos de trabajo, estos ánimos de hacer.”

Encuentro con los parientes

“De pronto pensamos que era importante invitar a otras personas y es cuando encontramos el trabajo de Eduardo Gil con el TET (Taller de Experimentación Teatral), cuando nos tropezamos con el grupo La Bacante, con el teatro Altof, en Caracas. Entonces vemos que tenemos unos parientes en el país con los que podemos compartir experiencias y así empieza a nacer la idea de que hagamos encuentros en los que durante quince días, una semana, haya intercambios de saberes y conocimientos, «cómo lo hacéis vos, cómo lo hago yo», claro, todo bajo una estructura de taller, lo que implica un compartir experiencias que siempre dan emanaciones para hacer una reflexión teórica hacia el discurso de montaje, hacia un trabajo. No para hacer libros solamente, nos interesa cómo cualificar, cómo darle plenitud al entrenamiento o a sus diversas modalidades para un mayor rigor en la expresión. De eso se trata, el encuentro es para eso, un evento gozoso, donde lo central es compartir entrenamientos, compartir resultados.”

Enrique Buenaventura


“El cuarto encuentro de actores es en homenaje al Teatro Experimental de Cali fundado en la década del 50. Hay que recordar que en los sesenta y los setenta en América Latina se vive un momento político continental liberador acompañado de toda una vanguardia artística, poética en general. Entonces había un movimiento teatral independiente universitario vinculado estrechamente a los combates populares. Augusto Boal en esa época plantea cómo hacer los panfletos, es el mismo que hace la poética del Teatro del Oprimido. En Colombia hay un movimiento independiente muy fuerte, en Argentina ni se diga. Empiezan a aparecer estos colectivos que inician su práctica utópica escénica practicando el socialismo antes que en la realidad se dé. El actor participa en todo el proceso de diseño, en ese sentido el TEC es importante porque cincuenta años después recibimos de él una dramaturgia en la que Enrique Buenaventura, dramaturgo del TEC escribe, pero, no solo en su cuarto, escribe con los actores, y así el grupo empezó a armar una poética de tal manera que toda la dramaturgia colombiana se impregna de ese movimiento que ahí se denominó Nuevo Teatro, el Nuevo Teatro en América Latina y uno de sus gurús fue Enrique. Ahora le estamos haciendo este homenaje al Teatro Experimental de Cali porque fue un grupo que hizo, ha hecho y sigue haciendo una investigación centrada en el arte del actor y le ofrece una herramienta esencial que es la improvisación.”

De fiesta los artistas del mundo

“Nosotros con esta jornada en homenaje al Teatro Experimental de Cali que ahora se llama Enrique Buenaventura (ese niño murió hace dos años y vive en los actores que aún conforman ese grupo, ya es como la tercera generación de actores que ahí todavía inventan), y como hay una fiesta mundial y en cualquier parte del mundo están haciendo algo, un seminario, una muestra de dibujos de Enrique, una relectura de esa poética, o están asistiendo al Teatro Experimental de Cali donde hay una programación durante todo el 2005, lo que hicimos, modestamente, desde nuestra universidad del Zulia y desde nuestras otras universidades donde también vivimos, como nuestra Universidad Bolivariana, es integrarnos a esta celebración, no internacional, sino de los artistas del mundo. Nosotros tenemos memoria de ese grupo, el TEC, porque estuvo aquí. Enrique (cuando digo Enrique no hago elogio de persona, hablo del que desaparece en la obra) vivió para eso, para pesquisar las teatralidades de América Latina.”


José Javier León

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